La palabra es una manera de organizar el conocimiento y, además, de comunicarlo a otro que comparte -acepta- esa manera.
Cuando intentamos conocer el cuerpo humano le ponemos un nombre (1) a cada uno de sus órganos -son guías para no perderse- y los clasificamos funcionalmente; así nos ayudamos de las palabras para conocer más y comunicarlo, pero aspirando siempre a no confundir, a que un fémur no sea para un ser humano una cosa y para otro otra cosa distinta. Por eso, proponerse el conocimiento adecuado es aceptar una objetividad de instrumentación para no perderse una orientación cognoscitiva y no confundir.
Sí, claro está que cada uno tiene su lenguaje propio o subjetivo, eso es, su sentir diferente, sus gustos diferentes para también intentar ser -¿cómo no?- uno mismo consecuente con lo común de ellos y explicándoselos a los demas en lo posible.
Aunque, cuando se hable de China, se debe tener en cuenta de que se habla de un país -y todo el mundo lo sabe-, no de un planeta.
En ese aspecto, la sociedad ha tenido el desmedido problema de atiborrarse de todo tipo de mensajes imaginados -de placeres por encima de los medios reales-, de convalidar juntos el deseo y "lo que es algo", de delegar los hechos al "me parece" o a la dedocracia de un parecer por cierto poder o jerarquía simbolizada, y así extralimitándose por ello de lo que ya se delimitó antes inesquivablemente: un derecho, la existencia de cada elemento de la realidad, o de necesidades que requieren o nos obligan a... una responsabilidad.
En verdad, a veces el ser humano actúa en función de su egoísmo práctico e inservible: una mujer tiene los mismos derechos sociales, pero no los respeta; un niño debe ser educado de diferente forma a un adulto, pero no lo respeta; un político debe escuchar a los ciudadanos que gobierna, pero no lo respeta.
Ante eso que ocurre -en comodidad del egoísmo-, los intelectuales y los medios de comunicación tienen en su poder la gestión de una mayor defensa de la palabra, de la dilucidación contra tantos que manipulan diariamente, ya sea con incentivar o con proponer unos programas educativos a favor de la difusión de cada prioridad o de cada derecho humano; es decir, pueden hacerlo, pueden determinar en lo posible que un derecho sea enseñado, y no sea tan infravalorado en la mente de un maltratador por ejemplo (así es, penas impuestas por los jueces rehabilitando socialmente con conocimientos de lo que significan valores éticos y con conocimientos de situaciones de los demás; algo que es mejor que otros castigos, porque es eso realmente posible mediante la enseñanza).
NOTAS:
1.- Podríamos ponerle un número y entendernos con números, por lo que la finalidad no cambiaría.
2.- La imaginación que ha desbordado el ser humano retuerce y complica en confusión lo natural o... sencillo; por eso, hay que huir de lo enrevesado o de lo descaminado del proceso cognoscitivo en desarrollo, que es consecuente siempre del anterior.
3 comentarios:
Mi abuelo me decía "Lo que ha sido siempre bueno, será siempre bueno" (como la honestidad, el reconocer, la humildad, etc.). Pero no hay que fiarse de las ocurrencias o de los imprevistos de las modas, de los grupos interesados o del poder(por muy bueno que parezca), pues ahí puede haber "gato encerrado". Fiarse como base en la naturalidad de la sabiduría... abierta, aunque parezca antipática a corta distancia.
SOBRE CAMBIAR LO QUE PARECE IMPOSIBLE:
Existe algo que es "ACTUAR" y otro algo que es "NO ACTUAR"; pues con el primer algo se arreglan las cosas. Por aquí se suele decir "Todo tiene remedio menos la muerte". Y es así, todo tiene remedio, cada uno actuando de una forma de concienciar las cosas y van sumándose cada vez más que actúan. Pero con lo que no se arregla nada (siguiendo la misma putrefacción) es con estarte quieto, callándote, escondiéndote detrás de tu puerta y aceptando todas las mentiras y confusiones.
¡Así no! Existieron sociedades que parecían imposibles de cambiar y, al final, se cambiaron; y se cambiaron con la iniciativa de muy pocas personas. Si piensas que todo es imposible, nada harás porque sea posible; por eso hay que luchar y luchar...
SOBRE LEMAS FACILONES QUE SE DIFUNDEN:
Ningún supuesto lema ético puede ser incompatible con los principios éticos en general; así es, sobre estos se intentan montar o inventar lemas personales, parciales y, sobre todo, emocionales.
Un lema emocional es muy bonito y muy fácil de "vender" para que triunfe (yo, en un minuto, os puedo sacar dos o tres: "piensa en ti más que nunca", "dale un beso a todos", "cree solo en tu destino"...) , por eso es una demagogia, sí, un facilismo.
Lo importante es que haya mucho analizado en responsabilidad sobre un lema que quieres dar COMO EJEMPLO A LA SOCIEDAD. Sí, eso es muy serio. No se puede improvisar con un lema cualquiera para su difusión ejemplar y pública, porque seguro que tiene sus consecuencias como todo; y consecuencias que... se provocan.
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