domingo, 26 de septiembre de 2010

PRINCIPIOS DE LA SENSATEZ

C
ualidades a las que se debe recurrir:

Tolerancia (permitir las condiciones de naturaleza y de libertad -en el contexto de los derechos humanos- de los demás, nunca impedirlas ni agraviarlas).
– Que tus actos respeten los derechos humanos y, puesto que respeto es prioritariamente valorar cualquier dignidad, reconocer lo que cada ser humano mejora con sus explicaciones contra lo ignorado y con sus acciones.
Independencia de juicio ante los intereses que se mueven; en cuanto que se mueven por el poder -mediático, sociopolítico o económico- que tienen, no por la razón o por unas esenciales necesidades.
Autocrítica (darte cuenta del error, al que nadie está exento; y darte cuenta de las ventajas que tienes -en recursos y en favoretismo, en trato de clase, de grupalidad o de imagen familiar- en el momento de hacer o decir algo).
Sentido equilibrado de la protección (comprender que hay que ayudar más al débil, que es el que realmente tiene menos defensa y más desamparo).

Lo que se ha de asimilar en conciencia:

Que todo ser humano, cualquiera, siente y piensa de una manera estrictamente objetiva o absoluta, siempre con unos conocimientos que la realidad se los ha dado; pero, también, lo hace junto a otros que no se los ha dado la realidad, sino esos prejuicios que los intereses de una sociedad le han inculcado.
Que la verdad -o lo que se limita al hecho o a lo que en causa-efecto puede ser un hecho- es una desinteresada honestidad -no una hipocresía o una demagogia- que se consigue -no se tiene- sólo racionalmente; es decir, por un rigor, por un único y inesquivable procedimiento, por un cumplir las reglas imparciales de la razón.
Que siempre debes ayudar y compensar a los que alimentan la razón (en donde se fundamentan los valores éticos: justicia, paz, amor, solidaridad, etc.), no a los que alimentan la confusión, la indiferencia o la barbarie; en claro, a los que aportan razón, sin “olvidarte” de ninguno de ellos.
Que la injusticia demostrada, racionalmente demostrada, siempre se ha de decir; como prioridad, pese a quien le pese y, aun, tras las injusticias que se reciban por el bien del decirla.
Que todo se mueve y cambia; que el mundo sólo cambia por hechos y, también, por los que promueven otros hechos, por los que ayudan a que haya otros pero, sobre todo, por los que ayudan a esos que ya advierten y hacen conocer unos errores porque, esos hechos viables o posibles, sean los más adecuados o los más éticos.


José Repiso Moyano
http://delsentidocritico.blogspot.com/